Las grandes ciudades se están viendo asaltadas por una moda que estaba latente desde hace tiempo. El uso de las bicicletas ha dado un salto notable con la extensión de los servicios de alquiler municipal de bicicletas ( Madrid , Sevilla , Málaga , Vitoria etc..). Parece que, poco a poco, está cambiando la mentalidad de la ciudad. Si antes el ciclista era el enemigo, ahora empezamos a ser uno más en la calzada. Todavía hay resistencias, sí, pero las administraciones ya no ven que ir en bici sea como algo molesto o exótico sino el medio más eficaz de moverse en la
ciudad así como el más respetuoso con el medio ambiente.

La actuación de las administraciones públicas es clave para afianzar la bicicleta como una opción real y viable para el transporte, mucho más barata y menos agresiva que el coche.

Sin embargo, todavía quedan muchos pasos que dar para que esa conciencia se generalice, pero es algo que ya está cambiando.

El verdadero objetivo es quitar coches de las carreteras y de nuestras calles, algo que todavía da miedo a las administraciones. Las bicicletas (privadas o con el sistema de préstamo), combinadas con la EMT y el metro pueden cambiar la imagen de la ciudad por una más amable y pensada para la persona, no tanto para los coches.

El reto está planteado y las perspectivas son buenas, sólo falta que los pasos que se den consoliden esta incipiente moda. Eso y no dejar que aprender a montar en bici, sea una  asignatura pendiente.

Fuente: Cicloescuela. Elaboración propia